Hay cuadrillas de costaleros y cuadrillas de costaleros ¿lo mismo? NO. Os aseguro que no, ponerse el costal, enfajarse y meterse bajo el paso de la Borriquilla, con la oscuridad de los faldones y los respiraderos, la fragancia a madera de cedro de un paso nuevo y el incienso que perfuma el camino. Eso no tiene precio señores.
Bajo el paso estaremos 35 más los relevos pero esque son personas y corazones únicos a todos les agradecería mil y una vez cada costero, cada cirineo, izquierdo, levantá y cada pesetita avanzada en nuestra salida procesional.
Cada instante me siento más orgulloso de llevar escrito (ahora por delante)
Escrito con letras de oro:
Costalero de la Borriquilla
Porque meterse bajo el paso en silencio hacerte la cuna y mientras sientes el algarabio del comienzo de la procesión con los niños y el tintineo de sus campanas y (Rubio va por tí) que a la vez te esten dando apoyo psicologico no tiene precio. Que te hagan disfrutar cada marcha (chivatito Rodrigo va por tí) dando el izquierdo donde hay que darlo tampoco tiene precio. Porque gozar en cada revirá sin apenas enterarte (Puerma, Ismael, Aranda, Rubio por ustedes) es único. Ese capataz que no cesa de apoyar su cuadrilla como apoyo es imprescindible (Periko, Alex, Javi, Luis por vosotros) por ser nuestros ojos y nuestro mayor apoyo.
Desde luego hay cosas que solo se puede vivir bajo este paso por muchas cuadrillas que haya. Una cuadrilla elegante y seria. Una cuadrilla de gente que siente la llamada de Dios para estar hay ensayo tras ensayo mirando a lo lejos cada Domingo de Ramos.
Niñas, niños y capataces, GRACIAS por hacerme disfrutar una vez más que amí me faltaron calles el Domingo de Ramos. Sois únicos y me siento un privilegiado de categoria por sacar al Moreno a las calles alcalainas con ustedes. Que Nuestra Madre, la Virgen de la Estrella nos guie en este año que nos queda de espera.
Soñando con un nuevo Domingo de Ramos...
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