lunes, 11 de marzo de 2013

Intentando describir los sentimientos

No lo roneo, pero es para presumir, es una sensación que es imposible de decir inexplicable, claro que se puede explicar... Levantarte por la mañana con un cosquilleo en el estómago no hay ganas de desayunar, preparas tu ropa, en la tele retransmiten el día anterior, el nervio se apodera de ti  te llegan mensajes, la hora pasa lenta, pero llega el momento y te despides de tu santuario diario como si no volvieras a llegar, miras aquella foto del que se fue y del que ha llegado, besas a tu familia y hasta luego. 

Te encuentras con los tuyos en aquel sitio de cada año, no sale palabras, solo miras al cielo y sonríes "este año salimos" piensas. Llega la hora, todo a punto, mis manos empapadas me hacen pensar que no me estoy haciendo bien la ropa, me fajo, me tiran... espero aquel grito de voz para meterme en el palo, por fin llega el momento. 

Soplo, noto el murmullo de la gente esperando, me meto en el madero, me santiguo, escucho abrir el portalón, tensión... llaman al martillo. Poco a poco, venga de frente llama el capataz, a tierra los costeros sin nervios, suena el himno, por fin estamos en la calle, lagrimeo, me acuerdo de mi infancia, de aquella persona que me inculcó en este mundo lo cual agradezco.

Gracias a esas cuadrillas a las que pertenezco hoy día por hacerme disfrutar de cada ensayo, cada chicotá... 

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