Cada vez me sentía más cerca y cada vez queria correr más. Eran las nueve y unos minutos más o menos la hora que hacía rato había estipulado que llegaría. Cuando llegas a las primeras casas la sensación de cansancio se pierde las ganas de llegar a la meta aumentan. No hay que perder un paso, no se puede dar un traspies.
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Losa sobre una piedra al final de los caracolillos |
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El arco del cielo |
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Las promesas |
Por fín estoy en la puerta de tu casa, una vez más, desde agosto, cuanto tiempo a pasado, cuanto me e acordado de tí, pero se termino la espera voy para dentro.
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La puerta del cielo |
Pues ya estoy aqui, y Tu hay, frente a frente, ¿cuanto tiempo? me da igual no tengo prisa. Ahora voy a volver a recordar el camino que acabo de terminar y recordar aquellos que me hablaron de tí algún dia. He llegado temprano me puedo sentar en este banquito frente a tí porque aun no hay gente. Ya hemos podido estar más rato del que yo esperaba juntos sin que nadie moleste. Y comienzan a llegar otros peregrinos es tiempo de que yo termine mis tareas por aqui. Volveré pronto para tu romeria espero volver a estar aquí. |
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Y por último unas velas de promesas |
Es esta una pequeña crónica de mi camino el pasado fin de semana desde Andujar hasta el Cerro del Cabezo, un camino único, aunque más bien cada camino es único. Y ya digo volveré, porque eso quien lo prueba repite y yo nunca tendré un último camino, siempre, sera el penultimo.
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