Un pastor de Colomera (Granada), llamado Juan Alonso Rivas, apacentaba su ganado, cabras y ovejas, en las alturas de Sierra Morena junto a la cumbre del Cabezo. Era cristiano sencillo y fervoroso, quizá algo entrado en años y estaba aquejado de una anquilosis o paralización total en el brazo izquierdo.
Empezaron a llamar su atención las luminarias que divisaba por las noches sobre el monte cercano a donde tenía su hato y a las que se sumaba el tañido de una campana. Finalmente quiso salir de duda y en la noche del 11 al 12 de agosto del año 1.227 resolvió llegar a la cumbre.
A su natural temor sucedió una expresión de asombro y gozo, porque en el hueco formado por dos enormes bloques de granito, encontró una imagen pequeña de la Virgen, ante cuya presencia se arrodilló el pastor y oro en voz alta entablando un diálogo con la Señora.
La Santísima Imagen le expresó su deseo de que allí se levantara un templo, enviándolo a la ciudad, para que anunciara el acontecimiento y mostrara a todos la recuperación del movimiento en su brazo y de esta forma, dieran crédito a sus palabras. Bajó a la ciudad y anunció el suceso que no tuvieron más remedio que creer ante le testimonio de su brazo curado.
Hoy 782 años después el pueblo subira hasta el sagrado monte para venerar a la pequeña virgen que aquel dia bajo del mismo cielo para que todos pudieran verla. Y yo estoy aquí la tengo frente a mí. Pidiendo por todos aquellos que este año no han podido estar y sobre todo para que el próximo octubre pueda llegar caminando hasta sus pies como cada año.
Por lo tanto no será un adios sino hasta pronto.
Empezaron a llamar su atención las luminarias que divisaba por las noches sobre el monte cercano a donde tenía su hato y a las que se sumaba el tañido de una campana. Finalmente quiso salir de duda y en la noche del 11 al 12 de agosto del año 1.227 resolvió llegar a la cumbre.
A su natural temor sucedió una expresión de asombro y gozo, porque en el hueco formado por dos enormes bloques de granito, encontró una imagen pequeña de la Virgen, ante cuya presencia se arrodilló el pastor y oro en voz alta entablando un diálogo con la Señora.
La Santísima Imagen le expresó su deseo de que allí se levantara un templo, enviándolo a la ciudad, para que anunciara el acontecimiento y mostrara a todos la recuperación del movimiento en su brazo y de esta forma, dieran crédito a sus palabras. Bajó a la ciudad y anunció el suceso que no tuvieron más remedio que creer ante le testimonio de su brazo curado.
Hoy 782 años después el pueblo subira hasta el sagrado monte para venerar a la pequeña virgen que aquel dia bajo del mismo cielo para que todos pudieran verla. Y yo estoy aquí la tengo frente a mí. Pidiendo por todos aquellos que este año no han podido estar y sobre todo para que el próximo octubre pueda llegar caminando hasta sus pies como cada año.
Por lo tanto no será un adios sino hasta pronto.
1 comentario:
Pues este año no he podido ir, que pena, esta noche de Agosto me gusta más que el día de su fiesta. Espero que lo pases muy bien.
SALUDos y bss.
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