El pasado fin de semana, concretamente la madrugada del domingo tenia lugar una masiva peregrinación de jóvenes y no tan jóvenes al Santuario de la Virgen de la Cabeza de Andújar. No diré un número de peregrinos porque no tengo buen ojo para eso, solo que fueron muchos.
Como no podía ser de otra forma el camino comenzaba ante el cuadro de la Virgen de la Cabeza, donde los caminantes se unieron para con una humilde oración comenzar el camino de subida hacia el Santuario. Había nervios por el frío que pudiese hacer, nervios entre los novatos... Pero a los pocos minutos comenzaba el camino y desde aquí antes de seguir hablando a aquellas personas con las que lo hice el camino al completo desde el mismo cuadro hasta entrar al Camarín de la Reina muchas gracias por ese camino lleno de amistad, risas e inmejorable.
El cielo completamente despejado y como estamos a escasos días de la Semana Santa con la ausencia total de luna, por lo tanto la interna fue indispensable las primeras horas. En el primer tramo por así decirlo, hasta la llegada a San Ginés todo transcurrió tranquilamente, aunque posiblemente es la parte más dura del camino puesto que el cuerpo tiene que ir calentándose.
Allí por parte de la organización recibimos un pequeño desayuno, primero la copita de vino para calentarnos por dentro y a los pocos minutos batido y galletas para todos. Cuando las primeras luces del día permitían hacer un camino mucho más liviano por la claridad decidimos proseguir y adentrarnos en esa bajada al río la parte más bonita del camino.
El barro y constante agua en todo el Camino Viejo no fueron impedimento alguno, más bien al contrario era de agradecer pisar algunos charcos para que el zapato se refrigerase un poco. Antes de llegar al Lugar Nuevo realizamos el bautizo a una de las romeras que venia con nosotros que era su primer camino. Y palabras textuales de ella "El año que viene vengo otra vez".
De nuevo la organización nos daba un poco más de vida en la llegada al río, muy caudaloso por las recientes lluvias, dando a cada uno un bocadillo, agua y caramelos.
Así que sin parar ni un minuto y comiendo mientras andábamos comenzamos a subir, no era el cansancio lo que nos pedía seguir era las ganas de llegar a los pies de la Señora. Acertadamente contábamos que sin problema alguno a las 10 de la mañana estaríamos en el Santuario y así fue, tras la subida de los caracolillos y recibir otro pequeño apoyo de la organización con un refresco para los últimos pasos del camino, a las diez de la mañana menos unos minutos accedíamos al camarín de la Virgen de la Cabeza.
Con un par de lágrimas y un ¡Viva la Virgen de la Cabeza! que salio del mismísimo corazón nos sentamos ante Ella y allí en la soledad pudimos estar un buen rato con la Patrona de Andujar. Y como una vez que llegas arriba casi todo es igual para todos pues bajamos a encender alguna vela por aquellos que no pudieron venir...
A las 12 de la mañana y oficiada por el obispo Ramón del Hoyo comenzaba la Eucaristía, que se había preparado para realizarla en el exterior del Santuario pero unas gotas minutos previos se decidió hacerla en el interior. Decir también que el obispo quiso unirse a los jóvenes y realizar parte del camino con ellos.
En resumen una gran noche, un gran camino a pesar del barro ese amanecer en la Sierra es único, unos buenos amigos para el camino y otros que conocí en el mismo, una perfecta organización agradeciendo en todo momento a los peregrinos la asistencia cuando somos nosotros quienes hemos de agradecerle a ellos el trabajo tan bueno que realizaron y sin duda a otros organismos de los cuales gracias a dios yo no necesite ayuda como Cruz Roja, Protección Civil y muchos otros sin duda alguna GRACIAS
Como no podía ser de otra forma el camino comenzaba ante el cuadro de la Virgen de la Cabeza, donde los caminantes se unieron para con una humilde oración comenzar el camino de subida hacia el Santuario. Había nervios por el frío que pudiese hacer, nervios entre los novatos... Pero a los pocos minutos comenzaba el camino y desde aquí antes de seguir hablando a aquellas personas con las que lo hice el camino al completo desde el mismo cuadro hasta entrar al Camarín de la Reina muchas gracias por ese camino lleno de amistad, risas e inmejorable.
El cielo completamente despejado y como estamos a escasos días de la Semana Santa con la ausencia total de luna, por lo tanto la interna fue indispensable las primeras horas. En el primer tramo por así decirlo, hasta la llegada a San Ginés todo transcurrió tranquilamente, aunque posiblemente es la parte más dura del camino puesto que el cuerpo tiene que ir calentándose.
Allí por parte de la organización recibimos un pequeño desayuno, primero la copita de vino para calentarnos por dentro y a los pocos minutos batido y galletas para todos. Cuando las primeras luces del día permitían hacer un camino mucho más liviano por la claridad decidimos proseguir y adentrarnos en esa bajada al río la parte más bonita del camino.
El barro y constante agua en todo el Camino Viejo no fueron impedimento alguno, más bien al contrario era de agradecer pisar algunos charcos para que el zapato se refrigerase un poco. Antes de llegar al Lugar Nuevo realizamos el bautizo a una de las romeras que venia con nosotros que era su primer camino. Y palabras textuales de ella "El año que viene vengo otra vez".
De nuevo la organización nos daba un poco más de vida en la llegada al río, muy caudaloso por las recientes lluvias, dando a cada uno un bocadillo, agua y caramelos.
Así que sin parar ni un minuto y comiendo mientras andábamos comenzamos a subir, no era el cansancio lo que nos pedía seguir era las ganas de llegar a los pies de la Señora. Acertadamente contábamos que sin problema alguno a las 10 de la mañana estaríamos en el Santuario y así fue, tras la subida de los caracolillos y recibir otro pequeño apoyo de la organización con un refresco para los últimos pasos del camino, a las diez de la mañana menos unos minutos accedíamos al camarín de la Virgen de la Cabeza.
Con un par de lágrimas y un ¡Viva la Virgen de la Cabeza! que salio del mismísimo corazón nos sentamos ante Ella y allí en la soledad pudimos estar un buen rato con la Patrona de Andujar. Y como una vez que llegas arriba casi todo es igual para todos pues bajamos a encender alguna vela por aquellos que no pudieron venir...
A las 12 de la mañana y oficiada por el obispo Ramón del Hoyo comenzaba la Eucaristía, que se había preparado para realizarla en el exterior del Santuario pero unas gotas minutos previos se decidió hacerla en el interior. Decir también que el obispo quiso unirse a los jóvenes y realizar parte del camino con ellos.
En resumen una gran noche, un gran camino a pesar del barro ese amanecer en la Sierra es único, unos buenos amigos para el camino y otros que conocí en el mismo, una perfecta organización agradeciendo en todo momento a los peregrinos la asistencia cuando somos nosotros quienes hemos de agradecerle a ellos el trabajo tan bueno que realizaron y sin duda a otros organismos de los cuales gracias a dios yo no necesite ayuda como Cruz Roja, Protección Civil y muchos otros sin duda alguna GRACIAS
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